Tag: médico de los ojos

30
Ene

Se vende soledad de adulto

Algunas cosas merecían el riesgo, pero no terminaba de dar el paso. La ciudad, como tal, no le abrumaba, ni estaba tan sucia como la sentía. Lo que habitaba en sus sueños le pesaba. Sueños de ser algo, ni más ni menos, que lo que no había sido hasta la fecha.

Sentía, no obstante, que había llegado el final de la fiesta, y eso que aún tenía mucho por lo que disfrutar, y por lo que luchar.

Quizás era eso. Que no tenía hijos, ni pareja, ni mayores obligaciones que su trabajo y los días. Una especie de piedrecita en el zapato, por cuando el dilema no era el reloj y sus horas, sino cómo se sentía cuando el ruido, ruido de la ciudad, o de lo que fuera (como en el propio coche, por el campo, haciendo la compra, en algún evento) le afloraba esa otra forma/s de amar que no tenía.

Por más certidumbre, seriedad y templanza, un día sí y otro también creí que era eso. Que necesitaba un cambio. Alguien con quien poder sentir que la vida tenía cien años o una última noche, alguien con quien cogerse de la mano sin tener que pedirse explicaciones, mirarse, ir al médico de los ojos acompañado, que el llegar a casa sonase distinto y todas esas cosas que, en mayor o menor medida, y mejor o peor, otros tenían o habían alcanzado alguna vez, en esa vida última.

Porque tras ser árbitro, modelo, cocinero, pescador, orientador y peón albañil, necesitaba y tenía bien claro, que a su muerte se quedaría con su padre, que tenían muchas y ningunas cosas que decirse, otrora época ya.  

La frágil moral

PEBELTOR

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