Tag: Las palmeras salvajes

21
Mar

China y su entorno

Lo que fue ya no está, pero brilla contigo es el mejor resumen de la cruel y dura obra: China y su entorno. 

No sé si he justo o demasiado estricto, soñador o embaucador, si bien, si queremos historia hay que hablar de todo. Igual, si me llaman tonto no me parece lo menos adecuado, más que nada por ese estilo de narración tan complicado que me ha obligado a usar esta obra y su destino. Y no, no soy historiador, dicho sea, con toda la seriedad intelectual, pase lo que pase:

-¡Qué sino Roma y el sur del Rubicón!

Primero hice El libro de los hunos, quizás, probablemente el más atrayente y dificultoso de hallar (hay que leer hacia la tercera y última parte del libro para saber de esos pueblos perdidos y hallados); después concebí Las ciudades bazar, explorando otras zonas del mundo donde no todos llegan, sitios dentro y fuera de los entornos; y finalmente, escribí Nadie mejor para una canción lenta, que es la obra que lo engloba todo, haciendo redonda la historia de toda esa China y su entorno.

Todo ese sojuzgamiento de las Américas, dentro de la humildad que siento y a la que estoy obligado como escritor, la empaticé leyendo Las palmeras salvajes, obra de W. Faulkner, y también una parte de la integrada 4321 de Paul Auster. Esas obras tenían y tienen trampas extras, como la que he pergeñado. Incluso preguntas personales, de amigos y enemigos. Y luego pasa lo que pasa, que la realidad a uno le pone nervioso y se sufre en la exigencia, en la crítica y en todas esas finales, porque el libro ha sido todo un caos, justificando ese teatro de mi otra vida (lo que nadie se atreve a responder): la familia, el trabajo que paga las facturas, las amistades, y ellas (un todo y nada).

Otra frase que podría resumir esta obra la leí en algún sitio, frunciendo el ceño, pero no recuerdo dónde: Los perros no hablaban, pero oían muy bien.

Lo que sí les aseguro es que no he estado alquilando hamacas en la playa, ni echado en ellas, con todo mi respeto, igualmente. Me ha costado mucho, muchísimo, echar esta suerte. Más el día en el que el baile se acabó, llegó… ¿no? ¿Qué castigo me pondrían? ¿Debería dedicarme a otra cosa?

 

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