Un lugar como pocos. Ni el envejecimiento de Occidente ni el auge de Oriente son tan evidentes. Parece normalito y cada vez que paso se me ponen los pelos como escarpias. ¿Qué coño significará?, ¿a qué extraña razón se atiene? No hay notas ni otras gracias, como flores o velas, ni botellas o fotografías. Nos sucedemos las generaciones y sigue colgadito e inmaculado. Mi abuelo lo vio, mi padre también, mi hijo ha empezado a verlo también; y a este paso el nieto que llegará.
¿Qué le voy a decir cuando me pregunte? Mi padre me hartó a caramelos… ¡Parece que fue ayer! Y ahí sigue el puto sombrero.
No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…
En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…
Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…
Mientras las gentes del lugar afrontaban sus problemas, otras tomaban conciencia del dolor con una honestidad entrañable. Uno de cada…