Con calma aparente, ese padre intentaba congeniar con su hija, pero se le revolvía la jovencita:
-Sí papá, como dice mamá ´nunca discutas con una mujer, ellas son capaces de recodar cosas que aún no han pasado´.
-Oye, ¡por favor! No me seas ni hagas caricatura de nadie… ¿Vale?- la regañó.
Se quedó Giacinta como la novia de un espantapájaros, pero él hizo que volviera a ser su dama blanca…
Extracto del libro Grecas y Lunares. Disponible en Amazon.
Para los niños, pequeños y mayores.
La noche afuera continúa para todos,
que no ese lugar donde cerrar los ojos,
las ventanas y las palabras.
Guerras y más guerras.
No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…
En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…
Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…