Decíamos de las casas, los pisos, los edificios, las calles y los barrios. Decíamos, como si fueran ellas las culpables de las soledades.
Nadie puede seguir creciendo sin estímulo.
No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…
En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…
Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…