Hemos juntado tres de las actividades que más complicidad generan. Sólo falta que te atrevas a salir del todo. Tienes un tiempo para ti, disfruta. Firma un tratado de paz. Fantasea. Adivino tus intenciones. Las siluetas de los rascacielos sobran, no son el órgano vital. Con el adagio me vale, resume tu niñez y este apocalipsis. ¡Es maravilloso! Ni el pecho pintado. Suena como si se viera lo que haces…
Admitiría ser negra, o una larga cola. Pero nada tienen de especial, tú lo sabes dictadora. Explota. Estoy muy tocada. Hemos conseguido que todo el mundo sepa lo que soy. Se nos encargó un proceso, y lo hemos hecho de maravilla… La verdad es que parece mentira. Muere al mismo tiempo; me siento segura. Te has encerrado mucho este año.
Y cuando se dice que no es que no. Descubre un tesoro enterrado, siéntete libre, en tu espacio propio, sin pronunciar nunca ni una sola palabra. A nadie le diré que eres una sorda. Cambia afortunadamente. Bienaventurados los mudos. Es el más profundo ejemplo de soledad en la obra… ¡Suelta el pincel ya!, has oído bien, yo espero rubia mía. Extráñame.
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