Ya resuenan las modernidades de ciudad,
alguien dice algo, alguien toca algo;
sí, yo mismo lo he comprobado,
se remueve mi propia vida.
Cosas que cambian los para siempre,
cosas que hacen llorarlo todo, sí,
cosas que cambian la piel,
el humor y el orgullo.
Por ser tan de donde somos,
de aromas de arenas,
lo inútil de todo,
sí, seguro.
Es la lepra del tiempo,
amargor local,
extrañar,
sí.
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