No mirar ventana abajo es un acuerdo con consecuencias. Hasta la favorita del tirano lo hace en su palacio del sentimiento. Y de no ser por ese peludo y menudo extraterrestre travieso, la dama sería negra y ella misma sería su caos. Pero como Siempre hay algo que decir, toda orden lleva a su contraorden, y el que se equivoca es el que toma las decisiones.
¿Dónde encontrar las fuentes de ejemplaridad cuando uno no es feliz? Aquello de los héroes circunstanciales o de lo de fijarse y observar, no son más que haces de luces frías, negociando en términos que no son los idóneos.
Son esos aportes de tesorería los que nos deberían de importar, y no ser domadores de fieras, cuando no se es rehén de las indulgencias.
No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…
En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…
Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…
Mientras las gentes del lugar afrontaban sus problemas, otras tomaban conciencia del dolor con una honestidad entrañable. Uno de cada…