Si soy capaz de detectar la cara preocupada y cansada de alguien, ¿cómo es que me siento pequeñito? Me fui con mi equipaje de ángel, sin saber muy bien adónde iba, y la expresión se me tornó malamente bondadosa, en medio de la nada. A eso lo llaman Desconfianza racional.
Si perteneciera a otra generación, me hubiera pasado lo mismo: todos tenemos hechos que nos marcan, pero ¿cómo se deshace uno del pasado?
Analizar con incredulidad esta misión, requiere de disimulo. A costa de intentarlo cada vez sé menos de lo que fui, si bien, no reduzco riesgos.
No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…
En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…
Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…
Mientras las gentes del lugar afrontaban sus problemas, otras tomaban conciencia del dolor con una honestidad entrañable. Uno de cada…