Es el lugar que siempre recordarás. Redención, crudeza y jardines de la victoria. Ya era hora de acabar con los prejuicios. Todo estaba preparado, como ahora.
La pena es que nunca sabrá como ese milagro del amor del comer… y en la soledad y el justificarlo todo aún siento su perfume embriagador… y casi que la palpo. Ya no habrá más esa compañía de la verdad… En fin, hipersensibilidad actual… Quizás era muy alta para mí; y su jardín prohibido estaba muy poblado.
-Yo sin ti moriré- le dije soportándola.
Me regaló un reloj precioso, de pulsera… y esa música de siempre: -¡Ahhh!
¡Cómo miraba esa teórica de los desastres!
Pero yo la quería sobre el terreno, indecorosa. Más que un beso fue un escaloncito. La subí a la silla y la encadené. Interrumpimos todo. La comí entera, ella tomándome los hombros, y yo haciendo oídos sordos de ese oficio… Al principio creyó que todo iba a ser un simulacro, luego se quedó en eso, infartada en la igualdad como bandera: siempre mirándome extraña.
No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…
En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…
Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…
Mientras las gentes del lugar afrontaban sus problemas, otras tomaban conciencia del dolor con una honestidad entrañable. Uno de cada…