Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho;
los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones;
el enemigo más fuerte, el miedo al más poderoso y a nosotros mismos;
la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira, y el egoísmo;
la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor;
las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos,
y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que esté.
No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…
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