Vista así cualquiera diría que tuvo que ser operada de los dos brazos, intubada y sedada para trepanarle el cráneo hará unos cuarenta días. No sólo sus músculos tenían esa extraña memoria.
¡Pero qué cabrón el espejo! Todas las fracturas para él. En eso quedan los sonidos de un escándalo: ni los ratones de Dios.
No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…
En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…
Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…
Mientras las gentes del lugar afrontaban sus problemas, otras tomaban conciencia del dolor con una honestidad entrañable. Uno de cada…