Era de su padre. Me salió natural. No podía seguir apartando la vista más, ya no tenía fuerzas.
Dicen de la libertad, ¡menuda liberación! Cinco copas se tomaron cada una, arriba, abajo…A él no le importaba vivir siempre de las despedidas de soltero. Decían – ¡vamos!, ¡vamos!, se lo tiene merecido- cuando no –¡Únete!, si es tu marido.
Y ahora… ¿Quién coño cabalga ahora?… ¡Joder en mi propia casa! No podía seguir planteándome que estábamos todos locos señor juez… ocurrió, fui él, me sentí extraña.
No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…
En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…
Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…
Mientras las gentes del lugar afrontaban sus problemas, otras tomaban conciencia del dolor con una honestidad entrañable. Uno de cada…