Categories: Extraños (Blog)

Envido

Era de su padre. Me salió natural. No podía seguir apartando la vista más, ya no tenía fuerzas.

Dicen de la libertad, ¡menuda liberación! Cinco copas se tomaron cada una, arriba, abajo…A él no le importaba vivir siempre de las despedidas de soltero. Decían – ¡vamos!, ¡vamos!, se lo tiene merecido- cuando no –¡Únete!, si es tu marido.

Y ahora… ¿Quién coño cabalga ahora?… ¡Joder en mi propia casa! No podía seguir planteándome que estábamos todos locos señor juez… ocurrió, fui él, me sentí extraña.

Pedro Belmonte Tortosa

Share
Published by
Pedro Belmonte Tortosa

Recent Posts

El resto puede esperar

No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…

13 horas ago

Un libro que creía olvidado

En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…

5 días ago

Castigo de Dios y de los hombres en la tierra

Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…

6 días ago

Si naciste para martillo…

...del cielo te caen los clavos.

1 semana ago

En tiempos fue…

...como llamar a una cabina de teléfono.

3 semanas ago

Por un hijo suyo

Mientras las gentes del lugar afrontaban sus problemas, otras tomaban conciencia del dolor con una honestidad entrañable. Uno de cada…

3 semanas ago