Categories: Extraños (Blog)

En apenas minutos

¿Cómo se las arreglaría para hacer los trámites de un entierro en un lugar extraño? Ese pensamiento aguijoneó su sensación de culpabilidad. Se oyó roce de sábanas y el ruido que hace una persona al darse la vuelta en la cama. En una noche tan clara que, por lo pequeña que era la ventana del baño, no tuvo que encender la luz.

Tal como disponían las normas de procedimiento fijadas para casos de emergencia, como que se interrumpieron todas las emisiones de radio y televisión. Pero no se decidía a dejarla, y se había quedado de pie, descalzo en el frío suelo del mosaico, escuchando su respiración y mirando el borde de la cama. Estaban acostumbrados a levantarse juntos, y lo echaría de menos.

El aviso se dio sólo diecinueve minutos antes de que el haz de detritos cósmicos inflamados atravesara su sistema solar lamiendo la luna más bonita.

Recordaba los insomnios de su niñez. ¿Y por qué había tanta luz fuera? La luz no quemaba, ni siquiera despedía calor; no arrastraba polvo, no hacía variar la temperatura del aire; parecía sólo luz, pura, fresca, diáfana e inofensiva.

El pánico duró poco.

En el luminoso jardín, se duplicaban las palmeras de abundante y lustrosa fronda, al cobrar sus sombras, de tan oscuras, densas y nítidas, tanto relieve como los mismos árboles. Una parte infinitesimal de ella.

 

El hombre del toque mágico.

 

Pedro Belmonte Tortosa

Share
Published by
Pedro Belmonte Tortosa
Tags: el hombre del toque mágicoinfinitesimalluz

Recent Posts

El resto puede esperar

No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…

13 horas ago

Un libro que creía olvidado

En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…

5 días ago

Castigo de Dios y de los hombres en la tierra

Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…

6 días ago

Si naciste para martillo…

...del cielo te caen los clavos.

1 semana ago

En tiempos fue…

...como llamar a una cabina de teléfono.

3 semanas ago

Por un hijo suyo

Mientras las gentes del lugar afrontaban sus problemas, otras tomaban conciencia del dolor con una honestidad entrañable. Uno de cada…

3 semanas ago