Me permito la licencia de hacerme mi propia introducción porque lo creo necesario. Hasta el día dieciséis de enero de dos mil doce, quien les escribe no tenía intención alguna de prologar su obra, pero con el paso de los meses, me doy cuenta de que han ocurrido tantas cosas que me parece justo avisarles de ello; la obra evoluciona y no sólo literariamente, o eso creo yo. No digo si para bien o para mal, que cada uno juzgue si así lo precisa, yo dejé esa práctica hace un tiempo. Pueden resultar anodinos y monotemáticos estos párrafos que les muestro, pero todos cobran sentido al contemplarlos en su totalidad, sin ellos faltaría un eslabón de la cadena. No modifico aquello que escribo, siempre empiezo de nuevo, porque cada instante es distinto. Escribiré cuando pueda, porque lo necesito. Si les parece aburrido lo que digo, o si no les gusta, están en su derecho de dejar de acompañarme; yo no puedo cambiar los sucesos, me limito a contar parte de aquello que se me pasa por la cabeza en determinados momentos en los que me reúno con ustedes.
No aconsejo leer estas anotaciones de un tirón, porque no serviría de mucho. Conviene parar de vez en cuando, aprovechando párrafos, fechas o necesidades humanas que se le aprecien al lector.
Ya van dos cosas que pueden hacer: leer y juzgar. No me molestaré si lo hacen, al contrario, siempre y cuando se comporten como personas adultas me sentiré agradecido por su tiempo. Cada cual tiene su sitio, ya veremos dónde y cómo termino. Esto no deja de ser un proyecto.
Puede que algunos personajes a los que hago referencia, les parezcan inventados, no es así. Les dejo claro que todo lo que aparece en los siguientes párrafos se atiene a mi vida, y se lo cuento a ustedes basándome en el más absoluto respeto a quienes han compartido, comparten y compartirán algo de mí. La sinceridad con la que hablo puede que resulte dañina, fría, e incluso ingrata. No se lo tomen a mal, la vida es así, unas veces se gana y otras se pierde, si quieren saber el balance final, tendrán que adentrarse en ella, les invito a hacerlo. He modificado los nombres de determinados intervinientes, porque si de mí se tratara me gustaría que así fuera, de modo que algunas personas tienen cambiado el nombre por otro que refleja parte de ellas. Conforme vayan apareciendo, ustedes mismos se darán cuenta de ello.
Si tuviera que calificar lo que escribo, no sabría hacerlo. No es una novela. Mucho menos un ensayo de la vida; no soy quien para aconsejar, me limito a contar cosas, y que cada cual saque sus conclusiones, las respeto todas. Doy algunas pistas, todas ellas basadas en experiencias y ensoñaciones, por si alguien las quiere seguir. Tampoco es un diario, o quizás sí, porque se aúnan un cúmulo de reflexiones entrelazadas con innumerables vivencias y fascinaciones; sin dejar hueco para los secretos, aunque hay que saber descifrarlos. No lo encuadraría como un libro de autoayuda, precisamente porque no me considero un referente a quien imitar, aunque algo hay de ello en estas líneas, cuando menos para mí. Hay amor, odio, realismo, sueños,…demasiadas cosas que contar para tan poco tiempo por vivir.
Les presento un mundo paralelo, mi mundo. Vayan despacio, que nada hemos traído, y nada nos vamos a llevar.
Por siempre jamás. Bienvenidos.