Categories: Extraños (Blog)

Economía verde y circular, dicen

Ese día pensó en cambiar la madre, abogando por tirar las flores, tan extraña y normal, como si tal cosa. Se iba a reciclar y le estorbaba todo, por descontado, primando el interés del momento. Pero claro él llegaría y preguntaría, indudablemente.

Lo que ni su hija sabía era que se había borrado la cara. Su propia madre ya no lo era tanto. Para cuando le preguntase la joven, estando guardando las fotos, debía estar segura, manejándola sin pesar y tratándola como adulta, con la certeza de que no habría pasado nada. Era una voluntariedad aceptada.

Un buen amigo siempre estaría libre. Una cosa era el vino y otra el amor. La frontera de la edad volvería a ser básica.

Pedro Belmonte Tortosa

Share
Published by
Pedro Belmonte Tortosa
Tags: frontera de la edadmadrereciclar

Recent Posts

El resto puede esperar

No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…

13 horas ago

Un libro que creía olvidado

En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…

5 días ago

Castigo de Dios y de los hombres en la tierra

Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…

6 días ago

Si naciste para martillo…

...del cielo te caen los clavos.

1 semana ago

En tiempos fue…

...como llamar a una cabina de teléfono.

3 semanas ago

Por un hijo suyo

Mientras las gentes del lugar afrontaban sus problemas, otras tomaban conciencia del dolor con una honestidad entrañable. Uno de cada…

3 semanas ago