Deseos Humanos

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¿Qué es?

Un relato sobre los linchamientos morales. Una realidad contra la que hay que luchar.  Peor que las crisis económicas, está la autocensura por las correcciones. Se muestra lo mediático y cotidiano de la violencia de género; la naturaleza humana. Cual sabueso, uno despedaza a dentelladas a alguien que le abre el timbre de su puerta, porque le pide ayuda: es su jefe. Ella, un cadáver, o alguien que combate, apuesta. Pareciera que la felicidad no está por entre las prioridades; ni se siente esa estructura del trabajo, lo personal y el ocio a partes iguales.

¿De quién trata?

Hay un inspector de la Función Pública. Es, en apariencia, tan intimista como el diálogo de esos dos amantes que se demandan, asomados a lo sencillo y deslumbrante, e inquietante, de todas las dudas del quererse y hacerse daño. Viene a corregir el rumbo de la verdad… y de su historia.

Y una víctima de los nuevos tiempos, Miriam. Única, inconexa. Propia de una desoladora glaciación. Es la mejor manera de hablar de sus antepasados, sus creencias, sus miedos y sus expresiones artísticas. Tiene un firmamento propio, y eso que pide la movilidad laboral, para huir se supone. Los datos ponen sordina a los vaticinios.

Así como el maltratador, quien argumentalmente lo parece. Es de la peor violencia y mayor compasión. De libro, como dice la testigo. Su organización social y el papel de los hombres se plasma. Ha perdido el respeto por muchos seres humanos, no tanto por los perros; en un mundo, donde no se fustiga ni relaja; sustancia policías canónicas y otros tiempos. No hay deleites.

El resto de la saga también tiene su hipoteca. El/los abogados o parecidos; la psicóloga y asistenta, y esos vikingos y normandos que ocultan esas vigilancias soportando el peso disfrutando de la tranquilidad. La brutalidad de acortar los pensamientos, la crítica, es la base.

¿Cuándo se desarrolla?

Transcurre durante el mes de abril del año dos mil dieciocho. Se cita la Semana Santa, que coincide, y se hace referencia a algunos días de la semana y sus menesteres; sirva de ejemplo los domingos, tal que esos días donde no se sabe si se está melancólico, aturullado o de resaca.

¿Cómo se trabaja?

Se distingue entre la actualidad y la realidad, que es eso que subyace. Una explosión de identidad bajo el radicalismo de la maldad, que es consustancial sin mostrarse. Todos quieren cambiar el mundo con sus honestidades y decencias, pero nadie se cambia a sí mismo. La mera existencia es un acto de valentía y rebeldía. Concretamente, unos labran con piedra y mármol, otros con la euforia del barro, pero todos quieren su verdad absoluta.

¿Dónde sucede?

En Madrid. No hay nada que recuerde a la ciudad, salvo una pequeña referencia a una fuente, no obstante, la capital se eleva a la enésima potencia cuando alguien solicita un traslado al Archivo Central. Sin prisa, se muestra esa diversidad del mes de abril con el vacío de los días después y las gentes anónimas pasando página, pero sin olvidar. Ideas absorbentes. Eso al menos, cree Miriam, protagonista y a veces víctima de su carrera delictiva, otra superviviente nato: un individuo con muchos dotes de persuasión y pocos escrúpulos. Todo, por lo más convulso: ser madre entre culpa, pasión y engaño. Con el instrumento interior del “esta soy yo”, una forma de catarsis, placer y mucha gasolina, que engloba todos los ámbitos del título: Deseos Humanos.

Como rasgo excepcional, que no inaudito, se cita a Israel, Perú y México, con una ciudad antiquísima: prohibiciones, porque son rehenes de su propia vida los tortolitos.

¿Por qué?

Porque todas las riquezas son inmensas. ¿Cuál de los dos protagonistas te avisa que te estás equivocando?  Se describe lo que somos; muerte accidental, indomables, gentes abatidas y acosadas, temperamentos y la belleza de lo cotidiano. Somos belleza, sueño y realidad. También para rendir tributo a las mujeres que resisten los vientos de la incierta épica de la emigración y, todo lo contrario: el sectarismo, la sinrazón y esas andaduras no tan sonoras.

De pequeños les dirían que ´hay que amar al prójimo´, y cada uno lo resuelve a su manera. Imperiosamente es un asombroso invierno en esa explosión de los mucho que ver.

El inspector reescribe su propia historia para saberla: dolores intimísimos, y pequeños añadidos.

¿Para qué?

Para construir realidad y evitar que ese océano de emociones, pensamientos críticos y conciencias no sigan separando. Influye la sabiduría de no ser joven y el tener que aprender a serlo en ese limbo, se reúnen los fantasmas del compadecerse y eso del empoderamiento femenino, que no es más que una mera atalaya, no una línea directa. Es justicia, es vida interior.

Para acabar con lo improcedente de los silencios de piedras. Para terminar esas paces que no llegan. Es ella quien enseña que el amor es coraje: el foro social permanente, las pizarritas.

¿Qué formato se aplica?

Se escribe en prosa. Es una narrativa difícil de adscribir genéricamente donde se unen las muchas formas y maneras sin coscorrones. A la vista de otros dotes, se despliega una inolvidable historia de amor donde tiene cabida lo terrorífico: una lucha de dimensiones titánicas que surge de lo más profundo del alma. El poeta saca de dentro de sí su poema.

Es algo identitario, uno se reconoce en el otro; y se abren todo tipo de procesos. Se comienza con un auto judicial, en consecuencia, se investiga.

Viene a ser un paseo real, una oportunidad única para conocer la brecha de género y los antes y el después. Las mujeres del mundo se rebelan contra la desigualdad tanto como que las dietas hacen adelgazar a los más golosos. Todo es relevante, ya sean los emocionados cánticos de unas inmigrantes recatadas o los abogados y académicos en sus sinagogas del tránsito permanente.

Se considera una evolución que no una ruptura. También está el posible riesgo reputacional, pero hay que ser conscientes: se debe distinguir entre actualidad y realidad, que esta última viene a ser lo subyacente, dado que el ideal siempre es una propuesta de percepción que no todo lo consustancial.

Para la maldad basta un minuto, para lo otro se necesita tiempo. En realidad, todos sabemos sentir lo bueno, aunque no sepamos definirlo. Se mira y se entiende, o se pretende. No obstante, ¿cuál es el perfil de ejemplaridad? Vivimos a una velocidad supersónica, incluso cuando la mera existencia es un acto de rebelión.

Porque querer da vidas extras. En esta ocasión no hay precio mínimo, todo se debe formalizar con una firma. La denunciante pidió movilidad laboral, en todo caso se solventará su causa en los próximos días, bajo un frente común: el sentido.

Introducción
Negocios
El carácter primitivo
Cosas rotas
Cotidianidad
Moverse
Exteriores
Punto de encuentro
Objetos inadvertidos
Interiores abiertos
INSPECTOR (de Función Pública)
MIRIAM (la maltratada supuestamente)
LUIS MANUEL  (Pareja de Miriam, zapatero remendón)
JUAN MARTÍNEZ  (un obispo de fondo)
JUEZA (Mª Dolores Begoña, como otra más)
PABLO MORÁN (otro de los de verdad)

Maltrato; Sentido común; Justicia; Ser capaces; Van Gogh; Nuevos Tiempos; Necesidades; Servicios; Violencia de Género; Presión; Archivo Central; Madrid; Funcionaria; Cerramiento; Pareja; Machistas; Desapareció; Zapatero; Traumas; Controlo; Juicio; Fatalidad; Pechos; Napoleón; Espiritualidad; Sociedad; El Quijote; Miriam; Inspector; Machado…

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