El agua vacía te llevó a su terreno. Era triunfo y fracaso. Algo cercano. Actualidad de esos lunes en los que siempre se llora…
Todo se hacía incompatible. Además, la tarde nos dejó incendios… ya controlados. Y al margen de eso, toca integrarse, toca ser positivo. Todos. Los que hablan y los que no. Porque todos somos personas atendidas. Gentes que lo vivieron, perspectivas incluidas. Es la historia del clásico juguete roto.
Las drogas no quedan en talento. Todos tenemos a alguien que no tenemos… Ya, lo que habita dentro se deja ver. Ahora sí que me tiraría pequeñaja. Quiero ser de casa, como el agua para chocolate cuando querías más y no se podía tenerlo todo. Tus balas del hambre, tus afanes.
¡Mira que te dije que lo importante es transformar la pasión en carácter y no al revés!, y no, ni el columpio tiene las cuerdas para encadenarse.
Los indicadores, las subidas de los precios. Las reacciones. Está claro, que hay que aceptar mucho: inversiones, confianzas, el día a día. ¡Tú día a día hija!… De momento estoy estable hija. De momento. Y de buenas… aunque extraño. Ya ni bajo. Tu madre echó la soga abajo, no se fía de mí. Y tu hermano me ha escondido la escalera, para mí que la ha vendido. Espero que no haya comprado lo que tú; así se empieza, con la tontería del ser mayor y el “yo sé, yo sé”.
Juguetito, el terapeuta me dice que te hable, que te diga cosas, que me desahogue, que descargue mi ira, mi rabia, mi ser. ¡Me cago en tu puta madre!
No quería ni mirarle, siempre hermosa y con los dedos largos y las venas marcadas. La niña que fue. Hasta…
En Villaciruela estaba prohibido leer, escribir. Las señoras habían de serlo siempre, admirables en cualquier circunstancia. Afortunadamente siempre existía otro…
Por muy diferentes o parecidas que sean, y cosas hirientes que se digan, las religiones unen a las personas. No…
Mientras las gentes del lugar afrontaban sus problemas, otras tomaban conciencia del dolor con una honestidad entrañable. Uno de cada…