Nace la media luna, decrece o crece, es lo de menos, pero brilla sin hacer ruido. No molesta. Se ve desde todos los confines, hija del aire… y deja ver eso tan grato y necesario del –cesa la horrible noche– donde todos tienen perfil, todos comen, todos parece ser que vinieron en algunos ancestros del mundo rural, quienes no, con el cine, el colegio, las músicas y los trabajos están en otras partes. Ahora bien, hay letras pequeñas en los pactos. ¿Alguien discute que las drogas no son un negocio?, ¿qué robar, secuestrar, amedrentar no se hace porque sí?
No sé… Uno se entretiene con irse a cortar el pelo, con ni mirar muy aprisa en los cruces, con saber más de otros que de uno mismo, y se olvida de ver eso: ¿Qué cesa? ¿Qué ha sido lo más horrible de todo cuanto nos ha acontecido? ¿Qué sucederán en las siguientes noches?
No es por no creer, es por no ser parte de nada ni nadie que no termino de entender. ¿Ya no hay violencia?, ¿ya no hay drogas ni dinero de por medio?, ¿ya no hace falta nada salvo estar?… ¿Por qué no se dice entonces, sin más? Vivo por las Españas, y hasta era una especie de tabú el ansiado pacto, llámese acuerdo de paz. Y su comunicación oficial con toda la farándula que acarrea, a mí, como ciudadano, no deja de parecerme un mero formulismo. Yo quiero que me digan que Colombia, como tantos otros, es un país al que puedo ir a conocer libremente. Y que luego se sumen otros tantos como Egipto, Siria, las Coreas, etc. Es un principio, suertes también, que siga: sin militancias.
Ahora no tengo dinero como para ir, estar y conocer tal y como desearía estar haciéndolo, pero me genera adicción saber de las oportunidades, ¿por qué no secuestrarse así, robándose unos sueños? Tantas políticas de unos y otros amedrentan, cabrean, enfrentan. Un buen político no tiene que presumir de nada, ha de dejar que las naturalezas sigan su curso. Que miren a la luna: nace a medias, brilla sin hacer ruido, no molesta, se ve desde todos los confines… y deja ver eso del –cesa la horrible noche- donde todos tienen perfil, hasta cuando todas las cifras son mentira. Eso, eso somos, otras partes: extraños.
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